¿Sabías por qué Benedicto XVI pidió que se mantenga la música sacra en la liturgia, y «que se conserve e incremente? Explica que “en ningún otro ámbito cultural existe una música de igual grandeza a la nacida en el ámbito de la fe cristiana: desde Palestrina a Bach, de Händel hasta Mozart, Beethoven y Bruckner” y dice “No conocemos el futuro de nuestra cultura y de la música sagrada. Pero una cosa está clara: donde realmente se da el encuentro con el Dios viviente que en Cristo viene hacia nosotros, allí nace y crece nuevamente también la respuesta, cuya belleza proviene de la verdad misma” porque "la gran música sagrada es una realidad de rango teológico y de significado permanente para la fe de toda la cristiandad"
